Rescato unas palabras del vasco de la carretilla.
Vivir el ritmo oculto de los campos
abiertos llenos de sol.
La emoción de la tierra argentina,
llena de generosidades.
He aquí mi objetivo.
Nadie me podrá quitar la dicha
de ser dueño de mi propio destino
(Guillermo Larregui, 17 de agosto de 1938)